La limpieza de los muebles lacados

La limpieza de los muebles lacados

Muchos de nuestros clientes escogen muebles lacados para su hogar y es que tiene un aspecto muy moderno que encaja a la perfección en múltiples estilos.

El lacado es una técnica de recubrimiento que consiste en aplicar distintas capas de laca según la superficie y el acabado que queramos conseguir. En un primer momento, el lacado servía para proteger el mueble de madera del paso del tiempo, pero poco a poco se ha convertido en una forma de decoración y diseño, con unas características técnicas y estéticas muy distintas.

En la actualidad el lacado lo realizamos con capas de poliéster o poliuretano y que, junto con el lijado y el cepillado, ofrece una superficie brillante y completamente lisa. Además, como acabamos de comentar, los muebles lacados están más protegidos de las inclemencias del tiempo, del paso de los años e incluso de golpes, manchas, marcas o desgaste de color.

No obstante, debemos tener en cuenta unos cuidados esenciales y sobre todo en cómo limpiar los muebles lacados de nuestro hogar. Por ello, desde nuestra fábrica de muebles artesanales Muebles Valarte, queremos darte unos consejos para que tus muebles luzcan siempre como nuevos.

Cómo debes limpiar tus muebles lacados

Si quieres mantener tus muebles como el primer día, ya sabrás que más vale prevenir que curar. No obstante, lo mejor que puedes hacer es alejar los muebles de zonas calientes como radiadores, con ello evitarás que “seque” mucho la laca y aparezcan manchas de quemaduras.

Si los muebles de madera son lacados en blancos, evita la constante exposición de luz solar porque, con el tiempo, el color puede sufrir alteraciones y aparecer un tono amarillento. Además, si quieres que se mantengan siempre brillantes y como nuevos, utiliza un jabón neutro o un detergente suave, siempre mezclalo con agua y sécalo rápidamente con un paño seco para que recupere su brillo.

También puedes utilizar otro producto para limpiar la superficie de los muebles lacados, que es la glicerina líquida. Aplícala con un paño suave o de microfibra y luego dejarla secar para que se mantenga el brillo original del mueble.

En el caso de muebles amarillentos por la exposición al sol, podrás eliminar ese tono con agua oxigenada, pulimento universal o limpiametales. Frótalo unos minutos, sécalo bien y luego pule con un trapo seco para que recupere el brillo.

Si tus pequeñajos han hecho de las suyas y han pintado con rotulador o bolígrafo tus muebles lacados, humedece un paño limpio con alcohol y frota de forma enérgica sobre la mancha hasta que no quede ni rastro. Posiblemente tengas que hacerlo durante unos minutos y humedecer varias veces el paño hasta que las rayas se borren por completo.

En el caso de las manchas de aceite, grasa o manotazos de los niños, las puedes limpiar con un paño humedecido en agua y jabón neutro, incluso con amoniaco, teniendo en cuenta siempre la precaución de secarlo con otro paño seco que no deje pelusas.

Para el día a día, lo mejor es un trapo húmedo, a poder ser con agua tibia, y luego secarlo con un papel suave de limpieza o con una bayeta de microfibra para evitar las marcas de humedad y dar brillo.

Si tienes manchas que no se pueden eliminar de ninguna forma, siempre podrás contar con nuestra ayuda para lijar la superficie de la mancha de manera suave y volver a lacarlo del mismo color.

Ante cualquier duda sobre la limpieza o el mantenimiento de tus muebles de madera lacados, no dudes en contactar con nosotros para que podamos darte los mejores consejos y poder disfrutar así de tus muebles para toda la vida.