Cuando tenemos un baño pequeño, nos enfrentamos a un gran reto a la hora de abordar el proyecto de decoración. Sin embargo, disponer de pocos metros cuadrados no significa, necesariamente, tener que renunciar a un baño que irradie encanto y funcionalidad.
Lo primero que tenemos que pensar es qué necesidades tenemos para encontrar las claves de la decoración ideal. Disponemos de muchos recursos, no solo para conseguir una estética atractiva, sino para hacer que el baño pequeño parezca más grande.
Apuesta por colores claros
No es ningún secreto que los colores claros proporcionan una sensación de serenidad, calma y potencian la luminosidad, además de hacer visualmente los espacios más grandes. Esa calma resulta especialmente interesante a la hora de decorar un baño pequeño.
No obstante, no debemos renunciar a jugar con la paleta cromática. Una pared de contraste en la zona de la ducha nos dará profundidad mientras que utilizar el pavimento del suelo para crear juegos visuales tampoco está nada mal. Además, podemos utilizar los textiles para añadir un toque de color a la decoración.
Consigue ligereza visual
Si tenemos un baño pequeño, lo mejor es aplicar el mantra minimalista del “menos es más”. La proporcionalidad es un buen punto de partida y, junto a ella, un número limitado pero suficiente de muebles que ayude a aliviar las estrecheces de la superficie.
Apostaremos por muebles y sanitarios suspendidos y baldas y estanterías o piezas multifuncionales que, ocupando el mínimo espacio y contribución a la decoración y funcionalidad de tu baño.
Presta atención a la iluminación
La luz tiene un gran potencial para el diseño y la decoración de interiores, y en el baño no iba a ser menos. Cuando podamos, recurriremos a la luz natural, porque aportará frescura y mejorará la percepción visual de la estancia.
Los apliques de pared o empotrados en el techo son todo un clásico, pero hay muchas opciones. Las lámparas colgantes en un rincón, por ejemplo, ayudan a crear una atmósfera que invite al bienestar. La clave está en alcanzar el ansiado equilibrio entre funcionalidad y estética.
El espejo del baño, el gran protagonista
Otra de las claves en la decoración de un baño pequeño es incorporar un espejo. Este accesorio tiene un extraordinario potencial decorativo que va más allá de imprimir personalidad a tus paredes. Su presencia puede multiplicar exponencialmente las dimensiones de la estancia. En el mercado encontraremos una gran variedad de formas, tamaños, con luces integradas, tan solo deberemos elegir el que más se adapte a nuestras necesidades.
Personaliza el espacio
Otro aspecto que debemos cuidar hace referencia a marcar la diferencia en la decoración de tu baño o aseo con la personalización. Y es que, no hay por qué renunciar a incorporar todo tipo de detalles sino, más bien, acertar con la elección para que su presencia no suponga merma alguna del espacio.
Así, podemos optar por las láminas en las paredes, cestos de mimbre para resolver las necesidades de organización propias del baño o plantas para aportar frescura no pueden faltar.